Alejandra Salgado

¡La música nos ayuda a aprender!

Pienso que la música es un instrumento muy bueno a la hora de practicar una lengua... les propongo algunas canciones para los màs chiquitos, para que puedan escuchar y también divertirse...

La gallina turuleca

Hola Don Pepito, hola Don José

venerdì 15 luglio 2011

Historia de la traducción en España en la Edad Media

En el 1085 Alfonso VI reconquistó Toledo que había sido dominada por los árabes durante 370 años. Con este acontecimiento comenzó una convivencia entre los judíos y los árabes, que ya vivían en esa ciudad musulmana, y los mozárabes, castellanos y francos que formaban parte del ejército de Alfonso VI.

Los árabes, habían conservado, traducido y estudiado, en su expansión por el imperio bizantino, las obras más importantes de las culturas griega, persa e india, y las habían traído consigo hasta la Península Ibérica. Así, cuando los cristianos reconquistaron este territorio se encontraron frente a grandes bibliotecas, repletas de obras que el mundo occidental había perdido después de la caída del Imperio Romano.

Este nuevo ambiente cultural, a mediados del siglo XII, cumplió un rol fundamental en el nacimiento de la Escuela de Traductores de Toledo: en ella participaban grupos de estudiosos cristianos, judíos y musulmanes que trabajaban conjuntamente en la investigación y traducción de todas las obras encontradas de la cultura árabe y de la antigüedad.

Para comprender mejor la historia de esta escuela se la podría dividir en dos periodos: el primero comienza con la labor del arzobispo Raimundo (1126-1152) que llega hasta, aproximandamente, el 1252, año en el que inicia el segundo periodo con el reinado de Alfonso X el Sabio (1252-1284). Es importante destacar que, tanto para el arzobispo Raimundo como para Alfonso X, las traducciones de las obras árabes suponían, por un lado, una forma de preservar el legado cultural del mundo antiguo, y por el otro, un importante enriquecimiento cultural. Además, debemos destacar que tanto en la época raimundiana como en la alfonsí el método de traducción fue el sistema de trabajo en conjunto. Básicamente el equipo de traducción estaba formado por dos personas que conocían el castellano: “un judío conocedor del árabe y el romance y un castellano que, además de su lengua podía redactar perfectamente cualquier texto en latín”.#

Cuando hablamos de la época raimundiana podemos dividirla, a su vez, en dos etapas: la primera en donde la actividad traductora está relacionada fundamentalmente a la figura de Raimundo (se tradujeron sobre todo obras de filosofía y religión del árabe al latín.), mientras que en la segunda se destacan traductores que no trabajaron bajo la protección del arzobispo: Gerardo de Cremona, Hernán Alemán, etc.

Alrededor del 1269-1270 comienza el segundo periodo de la historia de la Escuela de Traductores de Toledo: con la llegada de Alfonso X se dio un mayor impulso a la actividad traductora y esto supuso, en consecuencia, la recopilación de una gran cantidad de obras. No sólo se tradujeron obras nuevas, sino que también se volvieron a revisar y completar las existentes: “los códices no sólo son traducidos de nuevo, sino también ayuntados, capitulados y miniados por artistas (..)”.#

Cabe destacar que en este periodo las traducciones no tenían como lengua de llegada el latín sino el castellano. El método traductor empleado se mantuvo pero se amplió ya que, a diferencia de la época raimundiana, donde un judío o un cristiano traducía la obra original en árabe oralmente al romance, ante una persona que conocía el latín, la cual redactaba, en un segundo momento, en esta lengua lo que había escuchado, en el segundo periodo las obras eran traducidas por una única persona, que conocía lenguas diferentes, cuyo trabajo era luego revisado por un enmendador.

Las primeras traducciones de carácter literario que se realizaron al castellano fueron dos colecciones de cuentos: Calila e Dimna y el Sendebar. Esta decisión de traducir directamente al castellano supuso considerar esa lengua, como afirma Ruiz Casanova, un “vehículo de cultura y no sólo como lengua de uso popular o cotidiano”.

Es interesante notar que en éste periodo que estamos estudiando, el tipo de traducción más bien podría ser considerado como una traducción- incorporación, porque en muchos casos el texto original era parcialmente traducido e incorporado en nuevas obras. Un caso ejemplar de esta situación es representada por la General Estoria de Alfonso X, donde aparecen textos de la tradición clásica y amplias secciones de la Biblia. “La técnica utilizada fue tanto la del resumen como la de la paráfrasis, y los libros sagrados fueron tomados como fuente fidedigna y y principal para la obra”.#

Las fuentes clásicas y latinas fueron, en la literatura medieval, un punto de referencia importante: en algunos casos tuvieron una función formativa o informativa; en otros, estos modelos pasaron a ser una parte más del texto original, y, es por eso que hoy podemos ver traducciones parciales dentro de obras no consideradas traducciones.

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